Listas, milagros y el Gran Misterio: con Rigoberta Bandini

Todas las preguntas que nunca me da tiempo a hacerle

A Paula, Rigoberta Bandini, la conocí así:

Quedamos para comer en Il Giardinetto un lunes al mediodía. Y desde aquel momento se creó la tradición de vernos en ese restaurante u otros cada tanto, ponernos al día de todo, reírnos con chocolate entre los dientes, e irnos a buscar a nuestros hijos a sus respectivos colegios.

Como suele pasar un tiempo entre quedada y quedada, Paula instauró la costumbre de venir con una lista de temas en sus notas de móvil que va agregando para el día que me vea. Yo empecé a hacer lo mismo. Los titulares son imposibles de relacionar entre sí, y si alguien los leyera no entendería nada. Desde el chisme más chismoso, hasta una idea trascendental que ha tenido y que quiere cotejar conmigo, saber si seguimos sin hacernos nada en la cara, o algo relacionado con nuestra maternidad.

La última vez que la vi, nada más sentarse en la mesa, sacó su lista del móvil. La camarera se acercó a ofrecernos las cartas del menú. Paula me miró y dijo: «Ay, claro, que antes de nada te tengo que preguntar cómo estás y esas cosas.» Paula no aguantaba ni un mínimo small talk, quería ir directamente a la lista.

Cuando publiqué este texto sobre 20 tipos de amistades, Paula me mandó ‘su sudoku’, como lo llamó ella, y me dijo que éramos el 2,4,8,9,14 y 19. Yo le mandé los mismos números. Hay algo desapegado y magnético en nuestra amistad que hace que sea mágico cuando nos unimos.

Paula me cae muy bien. También me cae bien todo lo que hace, su proyecto musical y las decisiones valientes e irreverentes que va tomando, hasta el punto de haberse generado un espacio único en el panorama musical. Pero lo que más admiro en ella es su capacidad para hacer encajar frases elevadas en una melodía que se clava en el cerebro y ya no te deja más. Los escritores envidiamos a los músicos por eso. Ellos pueden llevar las palabras muchísimo más lejos, más alto y más hondo de lo que una página o una pantalla alcance jamás.

Paula estrenó su nuevo álbum Jesucrista Superstar el mismo día que empezó la primavera. Y yo quiero hacerle mil preguntas, como siempre me pasa:

L: Hace un tiempo vi los 101 Dálmatas con mi hija. En un momento el músico decía a su mujer: «Primero la melodía y luego la letra.» Y yo me enfadé por dentro porque me da pena cuando algunos artistas solo buscan rellenar la melodía con palabras que encajen, sin importarles muy bien las que sean. En tu caso, melodía y palabra se dan de la mano muy fuerte. Se hace imposible imaginar una fusión distinta para ambas. ¿Salen de ti al mismo tiempo? ¿Cómo lo haces cuando no es así?