Writers' Room: lirios blancos en sus tumbas
Quedé con unos desconocidos para dejar flores en las tumbas de nuestros escritores favoritos
Hubo una vez, en un lugar muy lejano, en que alguien se inventó una palabra para el hábito de tener más libros de los que se pueden leer en una vida. Esa palabra se llama Tsundoku y viene de Japón.
La conocí el otro día, cuando me enteré de que una sociedad con ese mismo nombre había organizado una reunión en el cementerio de Montparnasse para dejar lirios blancos en las tumbas de sus escritores favoritos.
Acudí al encuentro sola, un poco nerviosa al preguntarme si les iba a reconocer. Pero un corrillo con una mujer cargando una decena de lirios blancos se llevó por delante la pregunta. Tsundoku solo podían ser ellos.