La primera vez que leí la frase de Rick Rubin “The reason to finish is to start something new” me molestó porque me pareció una apología al capitalismo, a la cultura del no parar de producir, que ha pegado especialmente fuerte en su industria, la de la música. Pero unos días más tarde de ver mi libro en la mesa de novedades de las librerías, esta idea volvió a mi cabeza, como una epifanía que no pude anticipar. Comprendí por completo que el mensaje de Rubin es uno mucho más elevado, que tiene que ver con la necesidad de reconducir la energía creativa a un sitio nuevo, aquel cuyo poder reside precisamente en no tener forma todavía.
El otro día estaba de promoción en Madrid y quedé con mis editoras para comer en un japonés. Conforme los platos y los temas ligeros iban avanzando sabía que había otra cosa que también progresaba con discreción. La pregunta que todo autora recién publicada teme estaba a punto de tener su espacio en la mesa: “¿Y ahora qué?” Querían saber si tengo una idea de novela entre manos.