La newsletter de esta semana es un experimento que surge de un solo verso de un poema de W.C.Williams: No Ideas but in Things.
El poeta no dejó gran explicación sobre esta frase, pero la interpretación más común ha sido que para escribir no hay que explicar sino enseñar. Hoy prefiero quedarme con la interpretación literal y poner en práctica la posibilidad de que las ideas se posen en los objetos.
Todo empezó así:
Tan pronto leí las palabras que compartisteis conmigo, me puse a buscarlas en objetos por mi casa. Me pareció necesario limitar el espacio en el que poder encontrar estos sentimientos porque de no ser así, con la palabra “nostalgia” me hubiera tenido que ir al Super U a comprar Malabar tutti frutti, y con la palabra “asco” me hubiera tenido que ir al sofá de aquel tío que reniego haber amado.
Compartisteis muchísimas palabras, he seleccionado cuatro:
I Angustia
Debía de tener unos nueve años cuando volví a casa sumergida en una tristeza profunda. En mi clase se habían enterado de que estaba enamorada de A.M. y mis compañeros se habían pasado todo el día riéndose de mí.
Le conté lo sucedido a mi hermano J. Tras escucharme atentamente, escribió con premura una carta de amor dirigida a mí y sin firmar. La colocó en un sobre y me la puso en el bolsillo pequeño de mi mochila Eastpack. Me dijo que el día siguiente cuando llegara a clase fingiera que la acababa de ver y preguntara quién me la había enviado.